lunes, 11 de octubre de 2010

El juego como un proceso de crecimiento.

Barbara Biber. (1986). Educación preescolar y desarrollo psicológico. México D.F.: Gernika.

“El juego como una actividad puede adoptar innumerables formas. Puede ser sólo una actividad física, una descarga de energía, de exuberancia. Además de correr, saltar, brincar, a los niños les gusta deslizarse, columpiarse, y dar vueltas. No obstante que estas experiencias del juego requieren un grado de imitación en la coordinación, pertenecen al uso natural que el niño hace de su cuerpo. Si su juego es tan libre como su energía, es probable que actúe dentro de los patrones básicos: pronto descubre que es más divertido brincar en un pie, deslizarse sobre su estómago en lugar de las asentaderas, a girar estando de pie.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario